Moisés vivió hace unos 3500 años y escribió los cincos primeros libros de la Biblia – conocidos como el Pentateuco o la Torá. En el quinto libro, Deuteronomio, se encuentran sus últimas proclamaciones, hechas justo antes de su muerte. Eran sus Bendiciones para el pueblo Israel – los judíos, pero también sus Maldiciones. Moisés escribió que éstas cambiarían la historia y que no solo los judíos, sino todas las otras naciones deberían meditar sobre ellas. Por lo tanto, fue escrito para que ustedes y yo lo reflexionemos. Las Bendiciones y Maldiciones completas se encuentran acá. Resumo los aspectos principales en el texto siguiente.
Las Bendiciones de Moisés
Moisés empezó describiendo las Bendiciones que los israelitas recibirían si obedecían La Ley. Esta fue dada en los libros anteriores donde se incluyen los Diez Mandamientos. Las Bendiciones venían de Dios y serían tan maravillosas que todas las otras naciones reconocerían Su Bendición. El resultado de estas Bendiciones sería este:
10 Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado[a] el nombre del Señor; y te temerán. (Deuteronomy 28:10)
… y las Maldiciones
Por otro lado, si los israelitas no obedecían los Mandamientos, recibirían Maldiciones que corresponderían con las Bendiciones. Las otras naciones circundantes verían estas maldiciones para que:
37 Y vendrás a ser motivo de horror, proverbio y burla entre todos los pueblos donde el Señor te lleve. (Deuteronomy 28:37)
Y las Maldiciones se extenderían a lo largo de la historia.
46 Y serán señal y maravilla sobre ti y sobre tu descendencia[a] para siempre. (Deuteronomy 28:46)
Pero Dios advirtió que la peor parte de las Maldiciones provendrán de las otras naciones.
49 El Señor levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierra, que descenderá rauda como águila, una nación cuya lengua no entenderás, 50 una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al anciano ni tendrá compasión del niño[a]. 51 Se comerá la cría[b] de tu ganado y el fruto de tu suelo, hasta que seas destruido; tampoco te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni el aumento de tu ganado, ni las crías de tu rebaño, hasta que te haya hecho perecer. 52 Y esa nación te pondrá sitio en todas tus ciudades[c], hasta que tus muros altos y fortificados en los cuales tú confiabas caigan por toda tu tierra; y te sitiará en todas tus ciudades[d], por toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado. (Deuteronomy 28:49-52)
Iría de mal en peor.
63 Y sucederá que tal como el Señor se deleitaba en vosotros para prosperaros y multiplicaros, así el Señor se deleitará en vosotros para haceros perecer y destruiros; y seréis arrancados de la tierra en la cual entráis para poseerla. 64 Además, el Señor te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres habéis conocido. 65 Y entre esas naciones no hallarás descanso, y no habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el Señor te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma. (Deuteronomy 28:63-65)
Estas Bendiciones y Maldiciones fueron establecidas por un convenio (un acuerdo) entre Dios y los israelitas:
12 para que entres en el pacto con el Señor tu Dios, y en su juramento que el Señor tu Dios hace hoy contigo, 13 a fin de establecerte hoy como su pueblo y que El sea tu Dios, tal como te lo ha dicho y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
14 Y no hago sólo con vosotros este pacto y este juramento, 15 sino también con los que están hoy aquí con nosotros en la presencia del Señor nuestro Dios, y con los que no están hoy aquí con nosotros (Deuteronomy 29:12-15)
En otras palabras, este convenio sería vinculante para los niños, o para las generaciones futuras. En realidad, este convenio estaba dirigido a las generaciones futuras – tanto israelitas como extranjeras.
21 Entonces el Señor lo señalará para adversidad[a] de entre todas las tribus de Israel, según todas las maldiciones del pacto que están escritas en este libro de la ley. 22 Y la generación venidera, vuestros hijos que se levanten después de vosotros y el extranjero que venga de tierra lejana, cuando vean las plagas de la tierra y las enfermedades con las que el Señor la ha afligido[b], dirán: 23 “Toda su tierra es azufre, sal y calcinación, sin sembrar, nada germina[c] y el pasto no crece en ella, como en la destrucción de Sodoma y Gomorra, de Adma y de Zeboim que el Señor destruyó en su ira y en su furor.” 24 Y dirán todas las naciones: “¿Por qué ha hecho así el Señor a esta tierra? ¿Por qué esta gran explosión[d] de ira?” (Deuteronomy 29:21-24)
Y la respuesta será:
25 Y los hombres dirán: “Porque abandonaron el pacto que el Señor, el Dios de sus padres, hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto. 26 “Y ellos fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y los cuales El no les había dado[a]. 27 “Por eso, ardió la ira del Señor contra aquella tierra, para traer sobre ella toda maldición que está escrita en este libro; (Deuteronomy 29:25-27)
¿Las Bendiciones y las Maldiciones sucedieron?
Nada neutral al respecto de ellas. Las Bendiciones eran preciosas, pero las Maldiciones eran totalmente severas. Sin embargo, la cuestión más importante que podemos preguntar es: “Ocurrieron?” Y no es difícil de hallar la respuesta. Gran parte del Antiguo Testamento es el registro de la historia de los israelitas y con este podemos ver lo que pasó durante su historia. También existen registros afuera del Antiguo Testamento, de historiadores judíos como Josephus, grecorromanos como Tacitus, así como también varios monumentos arqueológicos.
Todas estas fuentes nos ofrecen una imagen coherente de la historia de los israelitas o judíos. Un resumen de esta historia, dado en forma de una línea de tiempo se encuentra acá. Léelo y juzga tú mismo si las Maldiciones de Moisés se cumplieron.
Las conclusiones de las Bendiciones y Maldiciones de Moisés
Pero el discurso de despedida de Moisés no terminó con las Maldiciones. Siguió. Aquí está su ultimo pronunciamiento.
30 Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes[a] en todas las naciones adonde el Señor tu Dios te haya desterrado, 2 y vuelvas al Señor tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas[b] con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, 3 entonces el Señor tu Dios te hará volver de tu cautividad[c], y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el Señor tu Dios te haya dispersado. 4 Si tus desterrados están en los confines de la tierra[d], de allí el Señor tu Dios te recogerá y de allí te hará volver[e]. 5 Y el Señor tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padres. (Deuteronomy 30:1-5)
Después de Moisés, escritores sucesivos en el Antiguo Testamento siguieron con esa promesa que él había empezado – diciendo que haría una restauración después de las Maldiciones. Ezequiel usó la comparación con zombis muertos cobrando vida para pintar una imagen vivida para nosotros. Estos escritores posteriores hicieron audaces, preocupantes, y detalladas predicciones. Estas se vienen cumpliendo hasta el día de hoy.